Esta técnica comercial consistente en que el cliente pueda elegir determinados productos de una marca y personalizarlos se está extendiendo cada vez más, sobre todo, entre las marcas de lujo.
El made-to-order permite al cliente comprar un artículo exclusivo y muy personal, por ello las marcas de lujo se están animando a ofrecerlo.
En 2012 LOEWE lanzó su servicio Amazona Atelier, a través del cual el cliente podía personalizar el mítico modelo Amazona de la casa eligiendo entre diversas opciones de asas, cantoneras, el tipo de piel, los colores, iniciales metálicas etc. Con este servicio se podían crear hasta 131.254 versiones del Amazona.
Hace unos meses, la marca PRADA daba la posibilidad de acercarse a su tienda de Madrid o de Barcelona para personalizar y, posteriormente, encargar un modelo de zapato de corte masculino. Esta vez era una opción temporal y en tienda física, que tras el encargo del cliente éste lo recibía en máximo de 60 días en su casa.
La firma JIMMY CHOO también lanzaba el «made to order» en su página web, en ella puedes elegir si customizar el modelo «Anouk», «Lance», «Xenia» o «Tite», eligir la medida del tacón, el material, color y poner tus iniciales en la suela. Una vez elegido tu modelo lo recibirás en tu casa en unas 9-11 semanas.
Creo que es una gran idea, sobre todo para los clientes de productos de lujo que siempre buscan, entre otras cualidades del producto que adquieren, la exclusividad. Por ello, poder comprar estos «productos-inversión» a gusto del consumidor es un plus para el comprador y una oportunidad de incrementar las ventas para la marca.
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